Aquel día me levante temprano como solía ser costumbre,pero mirè al exterior y nada no me pareció como el día anterior. todo parecía distinto no se,más....,más calmado,tranquilo como si el mundo se hubiera relentizado,como si se hubiera tomado una pausa para respirar.

Tomaba mi café distraidamente mientras contemplaba la calle serena y tranquila cuando recordé que debía darme prisa me esperaban en la oficina, hoy era ese día tan importante para Carla.Me di una ducha,me vestí y salí caminando hacia el bus,hasta que no llegue a la parada no me di cuenta de que no había nadie por la calle,nadie en la parada,había un silencio inusual,no molesto ni tétrico sólo inusual.Me asuste comencé a pesar que era la única humana que habita el planeta. No había,coches,ni bus,ni gentes,se me ato un nudo en la garganta.Yo allí como una habitante solitaria de la Tierra ¡qué horror!,me senté en un banco para recobrar la razón y entonces lo entendí,el sábado habían cambiado la hora y yo,la señora despistes, no lo había hecho.Allí sentada sonriendo a las 5 de la mañana comprendí que me gustan los coches,losbuses y estar acompañada de gente en el planea Azul.